Ya dije cuando volví de Japón en noviembre que dentro de poco tendría que volver a ir, esta vez para investigar temas para mi Tesis, y ya está confirmado: estaré unas tres semanas en Tokio este próximo mes de abril. Como digo, se trata de un viaje de trabajo, pero no puedo negar que me hace una especial gracia que sea en abril, porque es teóricamente uno de los mejores meses para visitar Japón y curiosamente yo nunca he estado allí en ese mes, con todas las veces que he ido; además, como voy tres semanas, muy mala suerte tendría que tener para que no coincidiera con los días de floración de los cerezos en Tokio, así que estoy deseando disfrutar de mi primer hanami.