Este 2020 está siendo muy raro para todos, pero pese a ello, ha llegado el verano como cada año, y las –merecidas– vacaciones están cerca. Eso sí, antes de irme de vacaciones –cerca, pocos días y si no nos confinan antes– tengo que dejar muchas cosas acabadas, porque sobre mi mesa no ha dejado de acumularse trabajo en los últimos dos meses. Desde la anterior noticia, hace casi mes y medio, han pasado bastantes cosas.

Por un lado, hice la cuarta y última clase del curso «Las claves del Pensamiento Japonés» para Casa Asia y Espai Daruma, aprovecho para dar las gracias tanto a los asistentes como a los organizadores, especialmente a Marta Moreno de Casa Asia. Estuve también redactando un capítulo para un libro académico que se publicará en Argentina, pero aún no está confirmado, así que no puedo contar nada de momento. El libro que sí está publicado ya es Coreano para dummies, con una traducción del inglés que hice entre finales del año pasado y principios de este, junto a Esther Torres, que es quien se encargó de las partes en coreano, y con la revisión de Laura Casanovas, del equipo de revisión de Daruma Serveis Lingüístics, gracias a todas las involucradas. También se publicó durante estas semanas el número 37 de la revista Eikyō, con la que ya había colaborado un par de veces, y con la que he empezado a colaborar regularmente desde este número, gracias a Eric y Natalia por contar conmigo. Todo eso en lo que respecta a cosas que ya han pasado.

Ahora mismo estoy embarcado en otro curso online, este para Espai Daruma, dentro de su «Nihongo Campus», con el nombre «Tipos y estereotipos japoneses», del que quedan dos sesiones todavía y que me está encantando, pero, al mismo tiempo, me está dando mucho trabajo, porque he tenido que preparar las sesiones de cero. Además de esto, estoy asesorando en temas históricos a una compañía de cara a diversas acciones relacionadas con la publicación de un esperado videojuego sobre samuráis, pero de esto ya hablaré más adelante. Y más a largo plazo, estoy trabajando en dos nuevos libros –primero uno y luego el otro– que ya se han concretado en negro sobre blanco, así que van para delante, pero de esto tampoco puedo decir nada más por el momento. Antes de vacaciones también quiero publicar un nuevo artículo para esta web, que hace tiempo del último, pero es que no he tenido tiempo ni para celebrar el noveno aniversario, que fue el pasado día 27.

Para acabar, hace un par de semanas tendría que haber participado en un congreso en Tokio al que me habían invitado hacía meses, pero que, como tantas otras cosas, se ha tenido que cancelar. Por otro lado, el congreso en París en el que tenía que haber participado el pasado mes de abril y que, obviamente, se canceló, ya tiene nueva fecha, en febrero de 2021, esperemos que para entonces la situación sea mucho mejor y pueda llevarse a cabo sin problemas.

Casi nada, ¿no? La verdad es que tengo tiempo para todo, menos para aburrirme, y no me quejo, al contrario. La foto de arriba, por cierto, es del nuevo equipo que he estrenado hace unos días y que me está yendo fantástico para trabajar, estoy tan contento que me ha parecido una buena foto para esta noticia en la que hablo de muchas cosas distintas, pero de ninguna en concreto. Y eso es todo por ahora, espero que tengamos todos un buen verano y que todo vaya a mejor, cuidaos mucho.