Finalmente acabaron eligiendo otro kanji como el del año 2020, pero creo que mi propuesta era más acertada
Creo que no me equivoco si digo que somos millones los que diremos o pensaremos esto dentro de un par de días, justo cuando cambiemos de año. Colectivamente, ha sido un año nefasto, así que tenemos ganas de verlo desaparecer. Eso no significa que dentro de tres días todo vaya a ser maravilloso como por arte de magia, claro, todos sabemos que a este problema colectivo le quedan aún unos cuantos meses, pero por lo menos ahora empezamos a vislumbrar la salida. Y luego seguiremos teniendo los mismos problemas que ya teníamos hace un año –algunos de ellos incluso agravados–, pero bueno, por lo menos serán los problemas de siempre, triste resignación.
Personalmente, este ha sido un año raro, bueno, y malo. Porque ha habido de todo. Desde una perspectiva más personal, he estado preocupado, asustado incluso, pero también he aprendido muchas cosas sobre mí mismo y he podido trabajar en mis prioridades; por desgracia, hace poco hemos sufrido una importante pérdida en la familia, y eso tiñe todo este análisis personal de tristeza, mucho más que si lo hubiese escrito hace un mes. Pero hay que seguir adelante.
Profesionalmente –que supongo que es algo que os puede interesar más–, la verdad es que no ha sido en absoluto un mal año, ha tenido muchos cambios y he tenido que adaptarme a ellos, pero ha sido bueno. El marco general ha sido el mismo que desde que me doctoré, a mediados de 2019, es decir, la carrera de fondo que empieza cuando te doctoras y quieres vincularte profesionalmente a la universidad. Porque, el mismo día en que defendí mi Tesis, acabó mi vinculación oficial con, en este caso, la Universitat Pompeu Fabra. Y siempre con esa meta a medio-largo plazo, pues el otro objetivo inmediato es hacer todo tipo de otros temas, como dar clases para otros organismos o empresas, escribir libros, capítulos o artículos, mantener mi web, dar conferencias y charlas, atender entrevistas, y todas las cosillas que vais viendo por aquí que hago habitualmente.
La parejita, vamos a ver si caen más
Y este año he hecho muchísimas de estas cosas. Empecé trabajando en la documentación para un nuevo libro, aunque luego lo dejé aparcado porque me encargaron otro libro más a corto plazo, un plazo que he tenido que alargar porque el resto de trabajo me ha impedido acabarlo tan rápido como creía en un principio. También escribí un capítulo para un libro académico que se publicará pronto en Argentina. Y hablando de libros, en junio salió la versión en inglés de mi libro, algo que me hizo mucha ilusión… a ver si dentro de poco os puedo anunciar algo más relacionado con esto. Por el lado de las publicaciones de divulgación, un artículo para National Geographic Historia y dos para la revista Eikyō. En cuanto a conferencias y charlas, lo primero que pasó fue que, a causa del confinamiento de marzo, se tuvo que cancelar una serie de conferencias que iba a dar en Valencia y Madrid para Fundación Japón, y dos congresos en los que iba a participar, en París y Tokio.
Como mi despacho está en un rincón del salón de mi casa, he tenido que acabar montando esta pequeña «sucursal» en otro lugar para los cada vez más habituales saraos online, y así no tengo que echar a mi familia del salón cada dos por tres
Pero entonces llegó «el boom de lo online», y esas conferencias de Fundación Japón se acabaron haciendo así en mayo, y la asistencia fue tan apabullante que hubo que hacer dos conferencias, porque, claro, al pasar al ámbito online, ya no había fronteras, y pudo «asistir» gente de todo el estado y también de países sudamericanos. El congreso de París en un primer momento se aplazó, con la intención de celebrarlo presencial más adelante, pero luego se pasó también a online, y tendrá lugar el próximo mes de febrero, mientras que el de Tokio se canceló. Además de esto, también di un par de charlas online para la Asociación Satori, de Perú, que fueron un éxito de «audiencia». Y por el lado de las entrevistas, pues tampoco me quejo, diría que ha sido el año en el que he hecho más, y me gusta, porque siempre es agradable ver que a la gente le interesa lo que tienes que decir. También me encargaron un trabajo relacionado con el lanzamiento del videojuego «Ghost of Tsushima», que fue algo bastante original. Finalmente, las clases, pues también muy bien. Empecé con unas presenciales en enero y febrero, como ya había hecho el año anterior, para un grupo de jubilados en FUB Universitat a Manresa, organizado por Espai Daruma. Y entonces llegó el confinamiento y, como pasó con las conferencias, descubrimos que la vía online nos abría muchas posibilidades. Antes del verano di un par de cursos cortos, uno para Casa Asia, organizado por Espai Daruma, y el otro directamente para Espai Daruma, y después del verano he dado uno largo para Espai Daruma y otro corto de nuevo para Casa Asia, organizado para Espai Daruma. Y seguimos en ello, porque ya tengo la agenda llena al respecto hasta el verano siguiente, con el mismo esquema, y hasta ahora he tenido la suerte de poder contar siempre con muchos alumnos, espero que siga así.
Sobre todo esto que he hecho este año –o antes– tienes más información en mi otra web, y en el apartado «Agenda» de la sección «Noticias» tienes más información sobre los cursos que voy a dar, por si te quieres inscribir en alguno.
Hay muchas ganas de volver a estar por aquí, mi querida UPF
Por otro lado, en la meta a largo plazo que comentaba antes, la docencia universitaria, también ha ido bien, aunque la noticia se ha confirmado hace muy pocos días. Es bastante complicado y largo conseguir meter un pie en la universidad una vez que te doctoras, así que hay que tener paciencia, porque se trata de –con suerte– ir dando pequeños pasitos. En mi caso, bueno, pues me dedico a un área en la que no suele haber muchas oportunidades disponibles, pero, por el otro lado, no hay tampoco demasiada competencia, así que una cosa por la otra. Y me alegra anunciar hoy que en el tercer trimestre de este curso 2020-2021 seré el profesor de una asignatura del Grado en Humanidades de la Universitat Pompeu Fabra, concretamente, de «Història Moderna i Contemporània d’Àsia». Me va a llevar mucho trabajo preparar las clases, porque será el curso con más sesiones que haya dado hasta la fecha, y también con más alumnos, pero tengo muchísimas ganas y estoy muy contento con ello.
Finalmente, algo que por desgracia no he podido cuidar demasiado es precisamente esta web, en lo que respecta a nuevos artículos. Por un lado, es que no me da tiempo a más, y como es algo que sólo me exijo yo, porque no hay un jefe por encima ni unos clientes al otro lado, pues es lo que va quedando relegado en la lista de tareas. Por otro, llevo tiempo pensando en hacer menos contenido escrito y más contenido en vídeo, como ya he comentado en algún vídeo de los que he podido hacer… pero es que tampoco tengo demasiado tiempo. No sé, habrá que decidir algo, sobre todo porque el próximo año se cumplirá el 10º aniversario de la web. Ya veremos.
Y nada, esta «noticia» ya ha salido demasiado larga, así que no me enrollo más. Os deseo a todos que empecéis bien el año y, sobre todo, que os cuidéis mucho.