En la última noticia, del 4 de octubre, acababa diciendo «estoy pendiente de un tema laboral que, si sale, será algo fantástico». Pues resulta que ya ha salido, y sí, es algo fantástico, me han concedido un contrato post doctoral llamado Margarita Salas gracias al que disfrutaré de la ansiada estabilidad laboral tan poco frecuente en los precarios primeros años de la vida tras el doctorado. Formalmente, seguiré perteneciendo a mi universidad, la Pompeu Fabra, pero durante dos años estaré desempeñando mi trabajo de investigación en el centro de acogida que yo he elegido, y que en este caso es la Universitat Autònoma de Barcelona, por lo que en cierto sentido es también un regreso a casa, ya que fue donde estudié la carrera –aunque en otra facultad. No hace falta decir que estoy contentísimo y muy agradecido a todos aquellos que me han ayudado a hacerlo posible.
En otro orden de cosas, ya prácticamente he terminado la asignatura que he estado impartiendo este trimestre en la UPF –sólo queda el examen y corregir nada menos que 200 de ellos–; me queda sólo una clase del primer trimestre en Espai Daruma –ya están abiertas las inscripciones para el segundo, aquí–; en febrero empezaré también una asignatura dentro de Curso de Especialización en Estudios Japoneses de la Escuela Japonia –más info, aquí. Por otro lado, recientemente he participado en dos podcasts, primero con una entrevista sobre Mishima Yukio en «La Milana Bonita» que puedes escuchar aquí, y después con otra entrevista en «Victoria», esta vez sobre los samuráis, que puedes escuchar aquí; muchas gracias a ambos por invitarme. Y eso es todo de momento, estoy pendiente de poder dar otra gran noticia, en este caso de tipo editorial, y este domingo estaré, como cada año, participando en la organización del examen oficial de lengua japonesa en la UAB, si te examinas y me ves por allí, saluda. ¡Cuidaos mucho!