El Kogakkan Kaikan, edificio donde nos alojamos, al caer la tarde

El día de hoy ha sido muy intenso desde un punto de vista académico, porque hemos tenido cuatro clases muy interesantes, pero como no hemos salido de visita a ningún sitio, me temo que hoy no tengo fotos tan atractivas como en días anteriores.

La primera clase del día ha tratado el tema de los japoneses y la religión, a cargo del profesor Shirayama, centrándonos sobre todo en el periodo Edo (1600-1868) y posteriores. Motoori Norinaga ha aparecido varias veces a lo largo de la clase, y eso siempre es una buena noticia. Se ha hablado mucho del sincretismo típico japonés y de los motivos por los que el Shintō no es una religión como tal, o de conceptos como «justicia» vistos desde distintas perspectivas dependiendo de la religión.

A continuación, hemos tenido una clase sobre mitología japonesa con el profesor Hashimoto, en la que hemos tocado bastantes temas, relacionados principalmente con los mitos que se recogen tanto en el Kojiki como en el Nihon Shoki, pero también con algunos cuentos tradicionales japoneses, como los de Momotarō o Urashima Tarō. Se ha hablado de lo incorrecto que resulta traducir «kami» como «dios», o el origen de los nombres de varios importantes kamis. Especialmente interesante ha sido la comparación entre el mito japonés de Izanagi y el mito griego de Orfeo –en el momento en que ambos pierden a sus esposas–, hemos descubierto que, sorprendentemente, ambos mitos guardan muchas similitudes. En general, el enfoque de esta clase ha sido bastante antropológico, incluso han aparecido Claude Lévi-Strauss y Ruth Benedict en algún momento.

Tras la siempre reconfortante visita al comedor de la universidad, he pasado por la biblioteca de la universidad y me he llevado tres libros sobre la relación de Portugal y los jesuítas con Japón en los siglos XVI y XVII, para escanear algunas partes, porque estos días no tendré tiempo para echarles un vistazo.

Después nos quedaban aún dos clases más, la primera sobre el dialecto de Ise, con el profesor Saitō, donde hemos hablado de las diferencias y particularidades del japonés que se habla aquí con respecto al japonés oficial –el de Tokio, también conocido como «japonés de la NHK». El dialecto de Ise se incluye en el mismo grupo que el llamado «Keihanshiki akusento», o acento de Kioto y Osaka. Realmente se trata más de un tema de acento y entonación que otra cosa, desde que estoy aquí sólo se lo he notado a alguna gente mayor, es bastante complicado entenderlos… bueno, a mí a veces me cuesta mucho entender a cualquier japonés, pero vaya, que a algunos ancianos de aquí mucho más todavía. El profesor nos ha contado una diferencia curiosa: en japonés no sólo tienen una palabra para decir «pasado mañana» (asatte), también tienen una para decir «el día después de pasado mañana» o «dentro de tres días» (shiasatte); bien, pues aquí a ese día de dentro de tres días le llaman sasatte, mientras que al día de dentro de cuatro días –que en japonés de Tokio no tiene un nombre– le llaman shiasatte… con lo cual, se pueden dar equívocos como que una persona de Tokio quede dentro de tres días (shiasatte) con una persona de Ise y ésta se presente un día tarde a la cita por haber entendido que habían quedado cuatro días más tarde. Curioso.

El libro y el librito del profesor Hikatsu

Y la última clase del día trataba de la relación entre Ise y la literatura clásica japonesa, a cargo del profesor Hikatsu, en la que hemos hablado, por ejemplo, de los orígenes de la literatura japonesa –muy influenciada en un principio por la china–, sobre todo en lo relativo a la poesía. También hemos repasado la estructura de cinco versos de 5, 7, 5, 7 y 7 sílabas, típica de la poesía japonesa, que aparece ya reseñada en el Kojiki y en recopilaciones como el Man’yōshū. El profesor nos ha traído un par de copias del periodo Edo de una recopilación poética, una era de un tamaño, digamos, normal, y la otra de bolsillo –muy de bolsillo. Al final hemos repasado algunos haiku famosos de Matsuo Bashō, algunos de ellos relacionados con Ise.

De esta forma ha acabado la jornada en la universidad, el resto de tarde lo he dedicado a hacer algunas compras y otras tareas del día a día. Mañana y hasta el jueves volveremos al esquema de dos clases antes de comer y excursión por la tarde, con lo cual podré poner más fotos… con atención especial a las de mañana, que son de las más esperadas.